POR: MARÍA HERNÁNDEZ VERA
Tener dificultad para defecar puede ser consecuencia del estreñimiento. Mientras más duras y secas son las heces, es más complejo evacuarlas. Para expulsarlas del organismo se debe pujar y aunque parece una reacción normal del cuerpo, la realidad es que podría afectar al organismo. Pujar mucho al hacer del baño podría hacer que una parte de ti “se saliera”.
La ida al baño puede presentar dificultades
Mujer con estreñimiento.
Foto iStock
Al ir al baño, acostumbramos sentarnos apoyando los pies en el piso. ¿Eso es correcto? Aunque no lo creas, sueles invertir 6 meses (como mínimo) sentado en el retrete para expulsar alrededor de 145 kilos de heces al año.
Los expertos señalan que la mejor forma de hacer del baño es en cuclillas. Al sentarte, tu recto está a 90° y el suelo pélvico constriñe al colon, obligándonos a pujar más.
Prolapso rectal
Se le conoce así al debilitamiento del recto, que sale a través del ano. Si el prolapso es parcial, el recubrimiento interior del recto sobresale de manera parcial. En el caso del prolapso completo, el recto sobresale por completo.
El National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases señala que en una investigación hecha en Finlandia, se descubrió que alrededor de 2.5 de cada 100 mil personas reciben el diagnóstico de esta afección.
La Biblioteca Nacional de Medicina señala que la causa de origen no es clara, aunque puede suceder porque:
Existe una abertura como resultado de la relajación del músculo del piso pélvico.
Ocurre si están sueltos los músculos del esfínter anal o si el colon es más largo de lo normal.
Estreñimiento o diarrea.
Tos o estornudos crónicos.
Infecciones intestinales.
Cirugía pélvica.
Síntomas del prolapso rectal
Masa rojiza que sobresale del ano.
Diarrea, estreñimiento o ambos.
Sensación de querer defecar más.
Sangre y mucosidad en las heces.
Incontinencia fecal.
Tipos de prolapso rectal
Cigna señala que hay 3 tipos.
Parcial. Se le conoce también como prolapso mucoso. Sucede cuando el recubrimiento del recto se mueve y sobresale del ano. Es frecuente en niños menores de 2 años.
Completo. Toda la pared del recto se mueve y sobresale del ano. Primero sucede sólo al ir al baño, pero después puede suceder incluso al caminar.
Interno. Una parte del colon se desliza sobre otra parte del intestino o recto.
En qué momento es más común padecerlo
Puede afectar tanto a niños como adultos, aunque es más común en mujeres mayores de 50 años. En el caso de los niños, es un problema poco común y suele suceder en menores de 4 años.
¿Qué problemas pueden desencadenarse del prolapso rectal?
Hernia de los intestinos (enterocele).
Abultamiento del recto (rectocele).
Caída de la vejiga o del útero.
Úlceras en el recto.
Lesión de los músculos y nervios del esfínter.
Cómo diferenciar de la incontinencia fecal
El National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases señala que hay varias causas por las que puede haber incontinencia fecal. Las causas más comunes son:
Diarrea. La diarrea puede ser causada por problemas del tubo digestivo (enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome del intestino irritable o proctitis).
Estreñimiento. Las heces son difíciles de evacuar y con el paso del tiempo debilitan los músculos del recto. Eso puede ocasionar escapes de heces.
Lesión o debilidad muscular. Cuando se debilitan los músculos del ano, recto o piso pélvico, el ano no puede mantenerse cerrado y eso causa fugas.
Lesión de los nervios. Si se lesionan los nervios que indican cuándo hay materia fecal, se dificulta saber cuándo hay que ir al baño. Hay varias causas por las que los nervios se pueden lastimar.
Enfermedades neurológicas (esclerosis múltiple, demencia, diabetes tipo 2, accidente cerebrovascular o enfermedad de Parkinson). Si se afecta el nervio del piso pélvico, ano o recto, causa incontinencia fecal.
Pérdida de elasticidad del recto. Cuando el recto está inflamado, se vuelve rígido y hay dificultad de retener las heces.
Hemorroides. Impiden que los músculos que rodean al ano se cierren por completo.
Prolapso rectal. El recto desciende a través del ano.
Otras complicaciones son: inactividad física, parto vaginal o rectocele.
Fuente: Binestar180