Un equipo de ambientalistas conformado por especialistas en hidrogeología, espeleología, ornitología, agronomía, cartografía, arqueología, uso de suelos y botánica, se apresta a realizar un descenso técnico en el área geográfica de la provincia La Altagracia, donde se ha anunciado la construcción de un nuevo aeropuerto.
El equipo técnico, liderado por la Asamblea Nacional Ambiental (ANA), procurará levantar los datos necesarios para determinar el grado de daños que en términos ecosistémicos ocasionaría la construcción de otro aeropuerto en esa provincia.
“En relación con dos aspectos particulares ya conocidos del sector El Salado, conocemos la existencia de un importante acuífero subterráneo y un no menos importante complejo arqueológico compuesto por estaciones rupestres y zonas yacimentales de importancia capital para el entendimiento de nuestras primeras culturas, bastantes desarrolladas en toda la zona amenazada por este nuevo aeropuerto”, declaró el arqueólogo y ambientalista Domingo Abréu Collado, director ejecutivo de la Asamblea Nacional Ambiental y ex encargado de la División de Espeleología del ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Y agregó que, “en Medio Ambiente reposa suficiente material informativo sobre la importancia de esa zona, la que fue trabajada por nosotros junto a un equipo técnico de ese Ministerio, y cuyos resultados de ese estudio sugieren la ampliación de la protección de la zona, dado el interés que ésta posee tanto por el enorme acuífero que subyace en el área como por su importancia para los estudios amerindios. Sería errático de parte del ministerio de Medio Ambiente permitir trabajos de esa magnitud en esa zona sin antes tomar en cuenta la información técnica y científica que ha sido recuperada.”
Finalmente, ANA aseguró que pondrá a disposición pública los resultados del descenso técnico que plantea realizar en esta misma semana, antes del 16 de agosto. Igualmente alertó sobre “la escandalosa agresión que están sufriendo en estos días montañas, ríos, bosques, llanuras y áreas protegidas, todo ello bajo un manto de corrupción nunca antes visto”.