El Carnaval de Río de Janeiro, el evento festivo más importante de Brasil y uno de los más famosos en el mundo, quedó en suspenso por primera vez en los últimos 108 años por causa de la pandemia del coronavirus, ya que las escuelas de samba y las comparsas condicionaron sus desfiles a una vacuna.
Un día después de que las escuelas de samba anunciaran el jueves su decisión de suspender los desfiles previstos para febrero de 2021 y plantearan la posibilidad de aplazarlos a junio o cancelarlos definitivamente, los “blocos”, como son conocidas las multitudinarias comparsas callejeras, siguieron su ejemplo.
Y ambas recibieron este viernes el respaldo de la Alcaldía de Río, en últimas principal organizadora de una fiesta que en febrero de este año atrajo a 2.1 millones de visitantes, de los que 483,000 extranjeros, que dejaron ingresos por 900 millones de dólares y confirmaron la ciudad como principal destino turístico de Brasil.