EFE
El canciller Miguel Vargas afirmó este miércoles que durante abril en el país se perdieron 473,000 empleos formales, los ingresos aduaneros disminuyeron un 39 % y las exportaciones se redujeron en un 27 %, fruto de la pandemia del COVID-19.
El funcionario aportó estas cifras durante una reunión por vídeoconferencia con sus homólogos de América Latina y el Caribe, convocada por el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, con el objetivo de buscar fórmulas de cooperación en la lucha común contra el coronavirus.
El impacto de la pandemia para la industria turística dominicana, que representa directamente el 8 % del PIB, “es incalculable”, habiéndose registrado un descenso de 580,000 pasajeros con relación a abril del año anterior, mientras que alrededor del 90 % de los empleos directos del sector se encuentran actualmente suspendidos.
“Teniendo en cuenta que la industria se abastece en un 45 % de proveedores locales, estamos hablando de más 700,000 empleos afectados; es decir, del 16 % de la fuerza laboral del país”, puntualizó el canciller.
Ante el panorama que se presenta en el país y en la región, Vargas planteó en el encuentro virtual que los países de América Latina y el Caribe deberán trabajar de forma colectiva y enfocarse en mitigar la crisis socioeconómica, el incremento de la pobreza y de la inseguridad alimentaria que dejará la pandemia del coronavirus.
“Estamos ante una crisis multifacética. Las necesarias medidas implementadas para hacerle frente a la pandemia del COVID-19, forzosamente han dado paso a una profunda crisis económica y social”, advirtió el diplomático dominicano en la reunión, en la que también participó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.
Asimismo, Vargas propuso que la región trabaje “en el diseño de las mejores estrategias para reabrir” las economías de la región, y advirtió de que los países más afectados serán los de ingresos medios, que disponen de poco margen fiscal para conciliar el aumento del gasto y la disminución de entradas económicas.
Estas naciones no podrán realizar las inversiones públicas necesarias para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), por lo que el canciller opinó que, para contrarrestar esta perspectiva, “se requerirá un acceso excepcional a financiamiento blando en condiciones favorables para los países de ingresos medios, y amplias reestructuraciones de deuda”, dijo.
Tras analizar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, la reunión virtual concluyó con una “Declaración Conjunta de los Ministros de Relaciones Exteriores de los Países de América Latina y del Caribe y de Alemania”.
En el documento, los diplomáticos indicaron que la lucha unida contra la pandemia y la mitigación de sus consecuencias socioeconómicas son la máxima prioridad de la iniciativa común de los países participantes en el encuentro virtual.
Asimismo, reconocieron que facilitarán a todas las personas el acceso a un tratamiento y una vacuna contra el COVID-19 cuando estén disponibles.
Los ministros de Exteriores también se comprometieron a abogar por enfoques sostenibles en el marco de organizaciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y apuntaron que “deberían abordarse medidas de reestructuración de deudas según sea apropiado”.
Acorde a lo establecido en la declaración conjunta, durante su próxima presidencia del Consejo de la Unión Europea, Alemania abogará por que se cumplan estos objetivos en el marco de la intensificación de las relaciones con América Latina y el Caribe.
En Latinoamérica, según datos de la Universidad John Hopkins, el país más afectado por el coronavirus es Brasil con 555,383 casos y 31,199 muertos. Le siguen Perú, con 170,039 casos y 4,634 fallecidos y Chile con 108,689 casos y 1,888 muertos.
A finales de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó a Latinoamérica como el nuevo epicentro de la pandemia.