Por: KANIS LEUNG
HONG KONG (AP) — Un tribunal de Hong Kong condenó el jueves a 21 meses de prisión al exeditor de un medio noticioso desaparecido, en un caso de sedición visto ampliamente como un indicador de la libertad de los medios en la ciudad, alguna vez elogiada como un faro de la libertad de prensa de Asia. Otro editor fue liberado cuando su sentencia se redujo debido a su mala salud y al tiempo que pasó detenido.
El exeditor en jefe de Stand News, Chung Pui-kuen, y el exeditor interino, Patrick Lam, son los primeros periodistas condenados según una ley de sedición que data de la era colonial desde que la antigua colonia británica pasó al control de China en 1997. Chung fue sentenciado a 21 meses, pero se espera que permanezca en prisión durante unos 10 meses, debido a su detención previa a la condena. Lam también fue sentenciado, pero fue puesto en libertad.
El medio noticioso en línea era uno de los últimos en Hong Kong que se atrevía a criticar a las autoridades desde que Beijing impuso severas medidas contra los disidentes tras las protestas masivas a favor de la democracia realizadas en 2019.
Su cierre, ocurrido en diciembre de 2021, se produjo meses después de la desaparición del diario prodemocracia Apple Daily, cuyo fundador Jimmy Lai, actualmente encarcelado, enfrenta acusaciones de colusión según una severa ley de seguridad nacional impuesta por Beijing en 2020.
El mes pasado, el tribunal declaró a Chung y Lam culpables de conspirar para publicar y reproducir materiales sediciosos, junto con Best Pencil (Hong Kong) Ltd., la sociedad de inversiones de Stand News. Enfrentaban hasta dos años de prisión y una multa de 5.000 dólares de Hong Kong (unos 640 dólares estadounidenses). Se multó a la empresa con esa cantidad.
El juez Kwok Wai-kin inició la audiencia de sentencia del jueves dos horas después de lo programado. La abogada de los periodistas, Audrey Eu, solicito una mitigación de la sentencia, diciendo que a Lam se le había diagnosticado una enfermedad rara y que le preocupaba que no pudiera recibir tratamiento en el hospital que maneja su caso si era enviado nuevamente a prisión.