El condenado también cumplirá reclusión mayor por tentativa de asesinato en perjuicio de su expareja y madre de la occisa
Santo Domingo (R.D.) – A solicitud del Ministerio Público, el Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional condenó a Santo Lora Vargas, alias el Pintor, a 30 años de prisión, tras ser declarado culpable del asesinato de su hijastra de 13 años en el sector Villas Agrícolas.
Santo Lora Vargas fue sentenciado bajo los artículos 295 y 304 (párrafo II) del Código Penal Dominicano. Además, cumplirá la reclusión mayor en el Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR-XX) Najayo Hombres por tentativa de asesinato en perjuicio de su expareja y madre de la occisa, Santa Angélica Paniagua Jiménez, en violación de los artículos 2, 295, 296, 297 y 302 del Código Penal Dominicano.
El tribunal, presidido por la jueza Keila Pérez Santana e integrado por los jueces Elías Santini Perera y Arisleida Méndez Batista, también ordenó a Lora Vargas pagar una indemnización de RD$5 millones en favor de la víctima. Las costas penales fueron declaradas de oficio debido a su representación por un defensor público.
La lectura íntegra de la sentencia se fijó para el 14 de agosto de 2024.
El Ministerio Público, representado por las fiscales Leydi Nayra García y Miguelina Palma, presentó pruebas testimoniales, periciales y documentales, que demostraron la culpabilidad de Lora Vargas ante el tribunal.
Sobre los hechos
El hecho ocurrió el 16 de julio del año 2023, en el sector Villas Agrícolas, aproximadamente a las 2:00 de la tarde, cuando el condenado Santo Lora Vargas, estranguló a su hijastra, la adolescente de 13 años de edad, mientras ésta dormía, en ausencia de su madre.
Al llegar a la casa, Santa Angélica Paniagua Jiménez, encontró a Lora Vargas, sentado en la cama al lado de su hija, portando una extensión eléctrica en sus manos y un pote de cloro a su lado.
Inmediatamente, Lora Vargas le pidió a la víctima Santa Angélica Paniagua Jiménez su teléfono celular, a lo que esta se negó. Se sentó en la cocina, sin saber que su hija ya se encontraba muerta, espacio en el que el condenado le atacó con un cuchillo.