Por: Agustin Cortès Robles,
Dirigente deportivo.
Para los historiadores y cronistas deportivos del país, la evolución del deporte dominicano comprende hasta el momento, cuatro (4) etapas fundamentales. Esos procesos son los siguientes:
1- Celebración de los Primeros Juegos Nacionales en el año 1937.
2- Nacimiento del Movimiento Clubistico Popular en el año 1963.
3- Celebración en el país de los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe del año 1974, y en cuarte lugar, la celebración de Los Juegos Panamericanos del año 2003, teniendo como escenario de competencias el remodelado Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, la construcción del Parque del Este, así como otras obras y espacios de importancia en la ciudad capital y el interior del país.
Ante ese escenario deportivo nacional que marca etapas trascendentes del desarrollo general del país, no aparecen ni son reconocidos los verdaderos formadores de la legión de atletas para los cuales se han construido esas obras ampliamente costosas.
Durante más de sesenta (60) años el Movimiento Deportivo Nacional ha reclamado del Ministerio de Deportes y Recreacion el necesario reconocimiento material a su fecunda labor en pos del desarrollo deportivo de la Nación. Lamentablemente, de los distintos ministros deportivos que han ocupado el cargo sólo han recibido el silencio o muy vagas promesas.
Los pocos dirigentes deportivos, entrenadores, emprendedores y ex-atletas que han podido conseguir un exiguo pago mensual, han tenido que auxiliarse, aún contra su voluntad, de algún político partidista que insista denodadamente tras ese objetivo. Sus afanes y méritos deportivos no cuentan para ser nombrados como monitores, entrenadores, auxiliares técnicos, gerentes administrativos en una de las tantas dependencias deportivas, que en la mayoría de los casos han sido abarrotadas de improvisados empleados, cuya labor deportiva más prominente ha sido contar con la familiaridad y amistad directa o a través de terceros, con quien ocupe en su momento el máximo cargo estatal del deporte nuestro.
Lamentablemente, esa misma actitud han asumido los dirigentes del comité olímpico dominicano. Acomodados en sus cargos de Reyes y Príncipes, se olvidan que existe una extraordinaria legión de trabajadores gratuitos que ellos dicen poseer y dirigir. De esa relación de organismos que los dirigentes del comité olímpico dominicano han dicho en algún momento que mueve la cadena del deporte nacional, solo han reconocido las maltrechas federaciones deportivas nacionales.
Para ellos no cuentan los clubes, las ligas, las asociaciones, ni las uniones deportivas asentadas en el territorio nacional y en la Diáspora. Su visión elitista del deporte no les permite asimilar que los atletas de alta competición que regularmente representan el país en competencias internacionales, surgen, y se desarrollan por el constante sacrificio económico, físico, moral y familiar que miles de dirigentes deportivos llevan a cabo en el más apartado rincón del país, recibiendo como recompensa la satisfacción del deber cumplido.
Favorablemente, un ejecutivo municipal ha decidido dar un paso al frente para conjurar esa realidad que durante tanto tiempo ha afectado al conglomerado humano que dentro de la extensa cadena de organizaciones deportivas tiene bajo su responsabilidad descubrir, pulir y formar los talentos del deporte dominicano.
El Alcalde del Municipio Santo Domingo Este, Pastor Dio Astacio, en sus recorridos de campaña política partidista, contó con el trabajo arduo y noble de un gran dirigente deportivo de la base, nacido al calor de los clubes y las ligas, Profesor Andres Liberato Jose. Sin inmutarse un instante, Liberato llevo al candidato en esos momentos, hoy principal ejecutivo municipal, por cada uno de los barrios del municipio para ponerlo en contacto directo con los dirigentes deportivos, de manera que recibiera las inquietudes de estos y sus más sentidas preocupaciones para desarrollar una mejor labor, y vivir dignamente en las barriadas que los han visto hacer del deporte su profesión cotidiana.
Favorablemente, Dio Astacio obtuvo el triunfo como Alcalde del referido municipio, y en vez de encerrarse en su despacho perfectamente aclimatado, y olvidar los compromisos de campaña que hiciera ante los deportistas del municipio, ha decidido abrir las puertas del ayuntamiento y ha tomado la apropiada decisión de construir con el apoyo y respaldo de la comunidad a la que sirve y valora, una nueva y próspera gestión edilicia.
El pasado viernes 12 del mes de julio, pude comprobar que la paciencia y humildad del Alcalde Dio Astacio para escuchar y reconocer valores y sacrificios en los demás seres humanos, no era una pose de campaña. Desde mi punto de vista escucho el corazón de los municipes, de los dirigentes deportivos, y parece que va a continuar escuchando las atinadas sugerencias de su director general de deportes y recreación Profesor Andres Liberato Jose.
Parece que el principal ejecutivo municipal del ayuntamiento del municipio Santo Domingo Este, ha valorado aquel muchacho de Villa Duarte que inició en el Club Cludecos XX su andadura deportiva en 1974, luego de concluidos los Doce Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Externó que el alcalde Dio Astacio ha escuchado y parece que continuará escuchando las favorables sugerencias de Liberato José, porque con una sencilla ceremonia de reconocimientos a connotados dirigentes, entrenadores, ex-atletas, inmortales del deporte, destacados propulsores deportivos, así como destacados cronistas deportivos del municipio m, ha marcado el punto de partida de la QUINTA REVOLUCIÓN DEPORTIVA NACIONAL.
No se si el Alcalde Dio Astacio, o Andres Liberato estaban conscientes de ello al dar ese paso trascendente que por fin dignifica la vida del deportista dominicano. Después de más de cuarenta (40) años de acciones en favor del desarrollo deportivo en el municipio, provincia Santo Domingo y todo el país, Doña Norma Diaz, Torben Jáquez, Héctor Romero, Víctor Hansen, José Mercedes, Luis Pimentel, José Esteban Borrome, Fausto Betemit, Augusto Martinez, Daniel Ozuna, Agustin Cortès Robles, entre otros connotados trabajadores gratuitos del deporte, pasan a formar parte integral de la nómina de empleados activos del ayuntamiento del municipio Santo Domingo Este, y con seguro médico incluido.
Ante una acción tan útil al país, nos hacemos las siguientes interrogantes:
1- Una medida como esa la pudieron implementar hace treinta (30) años los encumbrados ministros deportivos?
2- Cada ayuntamiento y junta municipal del país debió y debe asumir esa noble acción en favor de los trabajadores deportivos de sus respectivas comunidades?
3- Dónde han estado viviendo los Reyes y Príncipes del Comité Olímpico Dominicano, que nunca han abierto la boca para reclamar para sus empleados deportivos gratuitos, un pago mensual, un seguro médico y una pensión?
El presupuesto asignado anualmente al ministerio de deportes y recreación alcanza y sobra para que este y cualquier otro ministro tome una decisión tan importante para el desarrollo deportivo nacional. Los recursos económicos siempre han estado en las arcas del ministerio, solo ha faltado voluntad política para materializar esa sentida y necesaria causa del movimiento deportivo nacional. Incluso, esa sugerencia está contemplada en el legajo de propuestas que a través de la Federación Dominicana de Clubes y Ligas (FEDOCLUBES), sometiera la dirigencia de la base a la inconclusa modificación de la Ley Nacional del Deporte, hace unos tres años.
Los ayuntamientos, las juntas municipales, conjuntamente con la dirigencia de la Liga Municipal Dominicana, pueden imitar de manera conveniente la medida implementada por el Alcalde Doo Astacio, para de manera paulatina, docificada, en orden de antigüedad y méritos, formalicen administrativamente un trabajo tan valioso, y que sólo provee beneficios a la Sociedad Dominicana.
Me alegra sobremanera ser testigo del nacimiento de la QUINTA REVOLUCIÓN DEPORTIVA NACIONAL. Me satisface aún más saber que un político político después de obtener un cargo público escucha e implementa las orientaciones de los asesores que ha nombrado para que le acompañen y le ayuden en su gestión.
Independientemente de todo ello, me llena de orgullo y emoción, saber que dos seres humanos del municipio Santo Domingo Este, de la Provincia Santo Domingo, han dado el primer paso para que la QUINTA REVOLUCIÓN DEPORTIVA DEL PAÍS, dignifique la vida de miles de trabajadores gratuitos e informales del Deporte Dominicano.
