BOGOTÁ (AP) — Reducir las desigualdades en Colombia es uno de los principales retos que el gobierno del izquierdista Gustavo Petro ambiciona superar con el Ministerio de la Igualdad, que entró en vigencia el miércoles con su firma presidencial.
“Casi 200 años tuvimos que esperar para por fin tener una institucionalidad que se preocupara por la gente que históricamente ha vivido las opresiones, la discriminación, el racismo, el empobrecimiento”, aseguró la vicepresidenta Francia Márquez, primera afrodescendiente en ocupar el cargo y quien encabezará el ministerio.
Las estadísticas oficiales advierten que al menos el 39% de los colombianos —de una población de 50 millones— es pobre, pero la situación se agudiza en algunos territorios. En Chocó, donde fue firmada la ley que crea el ministerio, la pobreza es del 63%, el segundo porcentaje más alto del país.
Desde Itsmina, Chocó, el alcalde Hever Córdoba pedía al gobierno nacional en el acto protocolario que su pueblo supliera una necesidad básica: Tener un hospital de mediana complejidad, tal como sucesivos gobiernos lo han prometido en la zona.
“Al firmar esta ley no vamos a ser ingenuos, que por razón automática alguna se va a acabar la desigualdad en el país”, dijo Petro en Itsmina. “El ministerio lo que coloca es el problema de frente, lo hace visible”.
El Ministerio de la Igualdad, aprobado por el Congreso en diciembre de 2022, se traza el objetivo de ser el articulador de políticas públicas que garanticen la protección especial de las poblaciones más vulnerables, como las mujeres, la población LGBTIQ+, los afrodescendientes, los indígenas, los campesinos y las víctimas de la violencia.
Para Márquez, reducir las brechas de desigualdad es un paso necesario para buscar el cese de la violencia en el país, que persiste pese a que en 2016 se firmó la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la que fuera la guerrilla más antigua de Latinoamérica. Operan en el país otros grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional y el cártel Clan del Golfo.
“La gran causa del conflicto armado y la violencia tiene que ver con hechos de injusticia, de desigualdad”, aseguró Márquez, en referencia a más de cinco décadas de conflicto armado interno que han dejado al menos ocho millones de víctimas.
Márquez reconoció que uno de los principales retos del naciente ministerio será contar con el presupuesto suficiente para cumplir con las expectativas de programas que incluyan el acceso al empleo, la educación y servicios básicos como agua potable. Aseguró que desde el gobierno están coordinando la asignación de los recursos económicos.
El ministerio tendrá la tarea de articular esfuerzos estatales que ya existen, como las instituciones para la niñez o la mujer, indicó Petro, a quien le corresponde reglamentar el nuevo ministerio con la tarea de hacerlo “eficaz”.