Según fuentes de entero crédito, entre los que destacan meritorios dirigentes deportivos, entrenadores de diversas disciplinas Deportivas, cronistas deportivos, y miembros del Comité Ejecutivo de la Sociedad Deportiva Dominicana, el Ministro de Estado de Deportes y Recreacion, Francisco Camacho ha tomado la inefable decisión de prestar y convertir el edificio del Museo del Deporte Dominicano, en las oficinas de la Organización Deportiva Centroamericana y Del Caribe, que como sabe toda la familia deportiva del país, preside el expresidente del Comité Olímpico Dominicano, y miembro actual del Comité Olímpico International, Luis Mejía Oviedo.
Decisión más absurda y vergonzosa no podría ser, pues la ODECABE, denominada ahora Centro Caribe Sport, posee enormes recursos en dólares para habilitar en días un edificio cerrado y abandonado del Estado Dominicano en cualquier lugar de la ciudad capital, como también puede alquilar un piso completo de cualquier hotel del país, para llevar a cabo sus gestiones burocráticas para montar los juegos del año 2023, en San Salvador, y los del 2026 en nuestro país.
Pero lo más extraordinario, risible y mezquino de esa decisión del Ministro Francisco Camacho es que rehuye habilitar el museo con los fondos del ministerio deportivo, pero se torna complaciente y entreguista a una organización deportiva internacional que con tanto dinero en sus cuentas bancarias, puede muy bien financiar la habilitación de la referida instalación deportiva.
La verdadera acción en beneficio del deporte dominicano sería que el Ministro Deportivo junto que nuestro extraordinario Presidente de la ODECABE, y miembro distinguido del Comité Olímpico Internacional, soliciten, cabildeen y consigan del Comité Ejecutivo de la organización del deporte centroamericano los recursos que Camacho no quiere aportar de los fondos públicos del Ministerio Deportivo, para poner en funcionamiento en el mes de noviembre del año en curso nuestro Museo Deportivo Nacional.
Todavía no acabo de entender cómo dos ejecutivos del deporte olímpico nacional e internacional, que se supone deben defender los mejores intereses del deporte dominicano, asumen una actitud a todas luces nefasta e irracional, contra el deporte mismo. Ambos dirigentes, con esa acción antideportiva no parecen guardar ni el más mínimo prurito de respeto hacia tantos hombres y mujeres que con sus hazañas deportivas han escrito hojas de leyenda por y para el país, convirtiéndose en vivos ejemplos de la Juventud Dominicana.
La familia deportiva nacional, y la Sociedad Dominicana en su conjunto, deben rechazar pública y militantemente la decisión de estos dos anti valores del deporte dominicano, pues con una decisión tan perniciosa están sepultando el reconocimiento que por sus esfuerzos y méritos, deben recibir nuestros atletas extraordinarios.
Francisco Camacho y Luis Mejia Oviedo quieren negarle al país, como también le negaron Jaime David Fernandez Mirabal, y Danilo Diaz Vizcaino, ex ministros deportivos, que en esa estructura construida para esos fines, con dinero del Pueblo Dominicano, descansen los grandes lauros de la vida deportiva de la Nación.
Ojalá el Presidente de la República, Luis Abinader Corona no se deje sorprender cuando estos dos supuestos promotores y defensores del deporte nacional, decidan venderle como válida y fabulosa la bochornosa idea de que el Museo del Deporte Dominicano, sea convertido en las oficinas circunstánciales de una institución que como la ODECABE, hoy Centro Caribe Sport, maneja miles de millones de dólares.