El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) giró su política monetaria a una posición más rígida y restrictiva, luego de mantenerla por 14 meses anclada en el nivel de 3.0 % anual, con el propósito expreso de promover la recuperación económica a través de una mayor demanda de crédito.
Con la nueva inclinación dada por el BCRD a uno de sus principales instrumentos de política monetaria, la tasa regresa al nivel que tenía hasta el 31 de agosto del 2020. Logrado el repunte del crecimiento económico, con su secuela de impacto en el nivel general de precios, ahora la misión que busca la política monetaria es desmontar el efecto inflacionario de los incentivos monetarios y llevar el Índice de Precios al Consumidor a la meta fijada en el programa monetario de 4 % ± 1 %, meta ahora diferida para el segundo semestre del próximo año 2022.
La nueva tasa, fijada con una anticipación de una semana, debido a que las reuniones mensuales de política monetaria se realizan regularmente los día 30 de cada mes, sube 50 puntos a la tasa de interés que sirve de referencia al sistema financiero de los niveles por los que debe oscilar el costo del dinero. El incremento planteado es de un 16.66 % sobre la tasa que está vigente y que finaliza el próximo martes.
Cuando el BCRD fijó las tasas que rigen a partir de diciembre próximo, el escenario económico era de mayor incertidumbre que el que ahora pinta el contexto internacional. Argumentó en ese entonces que en el entorno internacional prevalecía “una alta incertidumbre, asociada al ritmo de recuperación económica global y al hecho de que el número de nuevos contagios a nivel mundial aún” permanecía elevado.
Para la decisión restrictiva de ahora, el ente rector de la política monetaria se basa en una evaluación exhaustiva del impacto del covid-19 sobre la producción a nivel mundial y las mayores presiones inflacionarias de origen externo. “En ese orden” precisa, “la dinámica de los precios continúa siendo afectada por choques de oferta más persistentes de lo previsto, asociados a mayores precios del petróleo y de otras materias primas importantes para la producción local, así como al incremento de los costos globales de fletes ante la escasez de contenedores y otras distorsiones en las cadenas de suministros”.
Ligero repunte
Se espera que a partir de diciembre próximo, las tasas de interés presenten un ligero repunte, tanto la activa, que es la que cobran las instituciones financieras por los préstamos que conceden, como la pasiva, que representa el pago a los depositantes.
Diciembre es el mes en el que se produce la mayor circulación de dinero en la economía dominicana, por el pago del salario 13 en el sector público, que eroga unos RD$20,000 millones a partir del día 4, y el sector privado, con un monto aproximado de RD$37,000 millones. Los bancos tienen en el último mes del año uno de los períodos de mayor demanda de crédito, y el comercio cuenta con una de sus mejores épocas de venta. De haber mantenido las condiciones de flexibilización o de referencia de dinero barato, esta dinámica se habría combinado con la amplia circulación de dinero y creado un escenario de mayor potencial inflacionario para el cierre del año.
La “señal” enviada al mercado por el Banco Central, con el aumento de 50 puntos básicos a la tasa de interés de referencia, se anticipa a un posible impacto inflacionario originado en la política monetaria expansiva aplicada desde el 1 de septiembre del 2020 hasta el 1 de diciembre del 2021.
El miércoles en su reunión de política monetaria del mes de noviembre de 2021, el BCRD decidió aumentar su tasa de interés de política monetaria en 50 puntos básicos, de 3.00 % anual a 3.50 % anual, y de ese modo la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) se incrementa de 3.50 % anual a 4.00 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) de 2.50 % anual a 3.00 % anual.
El BCRD explicó que esa decisión respecto a la tasa de referencia se basó en una evaluación exhaustiva del impacto del covid-19 sobre la producción a nivel mundial y las mayores presiones inflacionarias de origen externo.
Enfatizó que “la dinámica de los precios continúa siendo afectada por choques de oferta más persistentes de lo previsto, asociados a mayores precios del petróleo y de otras materias primas importantes para la producción local, así como al incremento de los costos globales de fletes ante la escasez de contenedores y otras distorsiones en las cadenas de suministros”.
Citó que en particular, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en octubre fue de 0.64 %, mientras que la inflación acumulada durante los primeros diez meses de 2021 fue de 6.56 %. “Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta, alcanzó 6.31 % interanual en octubre de 2021, reflejando efectos de segunda vuelta por los mayores costos de producción asociados a las mayores presiones inflacionarias de origen externo”, precisó.
Los recursos facilitados están retornando
El análisis que sustenta la decisión del aumento de la tasa plantea que “hacia adelante, el sistema de pronósticos del BCRD indica que, en un escenario activo de política monetaria, la inflación interanual (variación de los últimos 12 meses), que se ubicó en 7.72 % en octubre de 2021, convergería al rango meta de 4 % ± 1 % durante el segundo semestre de 2022, a un ritmo más gradual de lo previsto originalmente.
En este contexto, considerando el buen ritmo de la recuperación económica y las mejoras sustanciales en el mercado laboral, el Banco Central inició en el mes de agosto del presente año un plan gradual de normalización de su política monetaria. En la primera etapa, han comenzado a retornar de forma ordenada los recursos otorgados durante la pandemia, en la medida en que las empresas y hogares van amortizando al vencimiento los préstamos concedidos a través de las distintas facilidades de liquidez”
Por: Hector Linares