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viernes, noviembre 22, 2024

Huacachina: un oasis en medio del desierto peruano

De lectura obligatoria

Brenda Guerrero
Brenda Guerrero
Periodista

EN EL DESIERTO COSTERO DEL OCÉANO PACÍFICO

Su gran atractivo como paraíso natural, el cálido clima imperante todo el año y el poder curativo atribuido a sus aguas hacen de Huacachina uno de los lugares más bellos del Sudamérica.

Acinco kilómetros de la ciudad peruana de Ica, en medio del desierto costero del océano Pacífico, se encuentra el Oasis de Huacachina. Una impresionante laguna de color verde, rodeada de kilómetros de dunas, en la que floreció en torno a sus aguas no solo vegetación; también una interesante oferta turística de hoteles de todo tipo, actividades y agencias de viaje.

La laguna de Huacachina surgió por el afloramiento de corrientes subterráneas de agua, que permite la existencia de una abundante vegetación compuesta de palmeras, eucaliptos (especies introducidas) y la especie de algarrobo conocida como huarango, la que sirve para el descanso de las aves que pasan por esta región. Todo esto contribuye a hacer de Huacachina uno de los lugares más vistosos y bellos de la costa peruana.

Su gran atractivo como paraíso natural, el cálido clima imperante todo el año –que permite estar a gusto dentro de una piscina tomándose una cerveza en el invierno peruano– y el poder curativo atribuido a sus aguas (antaño, ricas en sustancias sulfurosas y salinas) hicieron que Huacachina se convirtiera, alrededor de 1960, en uno de los más importantes y exclusivos balnearios peruanos de entonces. En aquel entonces comenzó la construcción de casas, hoteles y un precioso paseo alrededor de la laguna.

Aunque el balneario fuese uno de los grandes atractivos turísticos en el siglo pasado, el Oasis de Huacachina recibía cada día –hasta el comienzo de la pandemia– a cientos de turistas que iban buscando todo tipo de actividades. Además de la experiencia de disfrutar del oasis en sí; también es posible practicar ‘sandboard’ (esquí y snow en la arena) en las dunas y realizar una de las excursiones por el desierto en ‘buggy’. Para todas estas actividades no es necesario hospedarse en los alojamientos –los hay para todos los bolsillos–, se puede hacer una excursión de un día desde Ica.

La leyenda que da nombre a Huacachina

El nombre de este oasis proviene de la composición de dos palabras. En quechua ‘Huacca’ significa ‘llorar’ y China, ‘mujer’; lo que le da sentido a la leyenda de este hermoso lugar en Ica.

Cuenta la leyenda que hubo una vez una hermosa princesa llamada Huacca China. Era una bella mujer, pretendida por los hombres de la ciudad a los que ella no correspondía.

Solía bañarse en un sitio alejado junto a un árbol; era un lugar que nadie conocía. Hasta que un día, al bañarse, pudo ver en su espejo a un desconocido que la observaba mientras se acercaba. Asustada, la mujer comenzó a correr hasta que su vestimenta se quedó enredada en un árbol y se convirtió en dunas; ella seguía corriendo hasta que volvió a tropezar y su espejo se rompió en pedazos, convirtiéndose en laguna, donde ella se sumergió y se quedó transformada en sirena.

El mito cuenta que todas las noches sale a llorar su mala fortuna y a sorprender a los extranjeros, encandilarlos y ahogarlos en el fondo de la laguna.

Fuente: El Confidencial

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