ABC INTERNACIONAL
El pasado 17 de agosto, la presentadora del canal de televisión afgano TOLO News, Beheshta Arghand, estaba lista para comenzar la transmisión del telediario cuando de repente uno de los líderes de los talibanes apareció en el estudio, sin ser invitado, pidiendo ser entrevistado. La periodista de 24 años se convertiría, sin saberlo, en la primera mujer en entrevistar a un insurgente del grupo islamista, un hecho que fue considerado un hito para las mujeres.
Ante la presencia del portavoz talibán Mawlawi Abdulhaq Hemad en el plató, la periodista se ajustó bien el velo que llevaba puesto para que pareciera más bien el hiyab tradicional que llevan las mujeres en Afganistán. Miró su cuerpo para asegurarse de que no tenía al descubierto otras partes de su cuerpo y comenzó a realizar sus preguntas al hombre. Su entrevista en vivo fue noticia en todo el mundo al convertirse en la primera persona en interrogar a un miembro del grupo islamista, tan solo dos días después de que los talibanes se apoderaran de Kabul, tras más de 20 años de ocupación americana en el país.
Pero la hazaña que logró ese día la forzó a huir junto a su familia del país por miedo a que el nuevo gobierno talibán tomara represalias. Beheshta Arghand abandonó Afganistán el pasado 24 de agosto, en un vuelo de las fuerzas aéreas de Qatar con la ayuda de la Premio Nobel pakistaní, Malala Yousafzai. Desde Doha confirma a Reuters que está viviendo en la capital qatarí y recuerda la tensión que vivió ese día en el estudio de grabación: «Afortunadamente siempre uso ropa larga en el estudio porque trabajamos con diferentes personas con distintas mentalidades». Y aseguró que los talibanes no aceptan a las mujeres. «Cuando un grupo de personas no te acepta como un ser humano, tienen su propia imagen de ti. Así es muy difícil vivir», dijo.
«He dejado el país porque, como millones de personas, tengo miedo de los talibanes», aseguró a CNN a través de WhatsApp.
La entrevista forma parte de una campaña mediática de los talibanes que tienen como objetivo mostrar una cara más moderada a Occidente, ya que prometieron respetar los derechos de las mujeres e incluir a otras facciones afganas en un acuerdo de poder compartido.
La periodista comentó que los talibanes ordenaron al canal TOLO News que informaran que todas las mujeres debían usar hiyab, cubriéndose bien la cabeza, pero dejando la cara descubierta. Tras lo sucedido, suspendieron el trabajo de las presentadoras en otras estaciones de televisión.
Muchos de sus colegas ya habían abandonado el país para entonces, a pesar de las garantías de los talibanes de que la libertad de los medios de comunicación mejoraba cada día y que las mujeres tendrían acceso a la educación y al trabajo.
Los periodistas afganos han reclamado a Naciones Unidas protección frente a «los crecientes desafíos y amenaza» que enfrentan tras la toma del poder por parte de los talibán, que ya ha precipitado la huida del país de varios comunicadores, entre ellos la presentadora afgana Beheshta Arghand. En una carta firmada por 150 periodistas, fotógrafos y otros profesionales de la comunicación, se han dirigido a «Naciones Unidas y a los países donantes» para instarles a tomar medidas para salvar tanto sus vidas como las de sus familiares.