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Elsa ganó fuerza y el viernes se convirtió en el primer huracán de la temporada atlántica mientras avanzaba por el Caribe oriental, donde las autoridades ordenaron el cierre de escuelas, negocios y aeropuertos. Los meteorólogos creen que podría acabar en Florida o la costa de Estados Unidos en el Golfo de México.
Fuertes lluvias y vientos azotaron a Barbados mientras el huracán de categoría 1 se dirigía hacia islas como San Vicente y las Granadinas, que luchan por recuperarse de erupciones volcánicas recientes.
El ojo de Elsa estaba a unos 120 kilómetros (75 millas) al este de San Vicente y se movía hacia el oeste-noroeste a 44 km/h (28 mph). Tenía vientos máximos sostenidos de 120 km/h (75 mph), según el Centro Nacional de Huracanes en Miami.