La artista de origen estadounidense y estrella del pop Taylor Swift, tendrá la oportunidad de volver a grabar sus primeros discos, tras lograr obtener los derechos de cantar libremente sus propias canciones.
Los problemas para la artista iniciaron cuando los mánagers Scooter Braun y Scott Borchetta, quienes también fueron representantes de Ariana Grande, Justin Bieber y Demi Lovato, compraron parte de Big Machine en una operación que incluía los derechos de las canciones de Swift por US$300 millones.
«Se trata de la música que escribí en el suelo de mi habitación y los videos que soñé y pagué con el dinero que gané tocando en bares, luego en discotecas y después en estadios», expresó la estrella.
La cantante había denunciado que ambos le impedían interpretar temas de sus discos anteriores y dijo que también estaba en peligro de no realizarse un documental sobre su vida para Netflix, porque Braun y Borchetta prohibía regrabar los temas o utilizarlos para el audiovisual.
Sin embargo, el contrato que fue firmado cuando apena era una adolescente no apuntaba nada sobre nuevas versiones, por lo que, Swift podrá regrabar los temas a partir de este mes noviembre tal y como anunciaron los medios estadounidenses.