Cuando el domingo 16 de agosto en horas de la tarde en el Palacio Nacional, el Presidente de la República juramento su gabinete de Ministros, entre los cuales se encontraba la Señora Carmen Heredia de Guerrero, sin pensarlo siquiera, tanto ella como el mandatario, hacían historia.
Ella, la primera mujer el cargo desde la fundación de ese ministerio en el año dos mil, y él, por ser el primer ejecutivo de la Nacion que designa una mujer en ese espacio que administra la creatividad nacional.
Los antecedentes culturales de la señora Heredia De Guerrero son ampliamente conocidos por la clase artística, y para confirmarlos en algunos despistados del área, los medios de comunicación y las plataformas multimedia se han encargado de publicarlos en los días previos y posteriores a su designación en el cargo.
Indudablemente estamos ante un activo cultural humano, que independientemente de activismo político partidista, conoce íntimamente la realidad del sector cultural a lo largo y ancho de la isla.
Ministra de Cultura R.D.
Al asumir sus funciones, los distintos ministros y sus equipos de trabajo tienen en carpeta atender aspectos y áreas que entienden son de su mayor interés, no en lo personal, si no en lo institucional. Los primeros cien días de gestión persiguen planificar acciones y resolver casos urgentes que antes de asumir, en la transición, fueron identificadas y programadas por los hoy designados funcionarios.
En el caso particular del ministerio de cultura, entiendo que una prioridad fundamental de la gestión de la Señora Heredia de Guerrero, será atender la terminación de la remodelación estructural y museográfica de la plaza de la cultura Juan Pablo Duarte. Como es de conocimiento público, allí la pasada gestión había adelantado una remodelación general que incluía casi todos sus edificios. Esos centros culturales, identificados por especialidad, requieren un relanzamiento total ante la sociedad Dominicana e internacional.
Para lograr un impacto positivo de la nueva imagen de esos espacios ante los distintos públicos que hacen vida profesional y particular allí, la Señora Heredia de Guerrero necesitará la mano amiga y firme del presidentes de la República, de otras dependencias estatales, y la del siempre solidario sector privado.
Claro está, para justificar ese desprendimiento estatal y empresarial hacia sus iniciativas, tendrá que ordenar y organizar los muebles y trastes del interior de la casa.
Esa acción gerencial de la primera Ministra de Cultura del país, requerirá tiempo y paciencia para poder determinar y evaluar cuáles dependencias han funcionado de manera fluida allí.
Tendrá que valorar el personal que encontró en el ministerio, y confrontar sus cualidades creativas, intelectuales y técnicas con el nuevo que ella entiende puede asumir funciones similares.
Además de la remodelación de la plaza de la cultura, considero oportuno sugerirle a la Ministra, atienda y revise en segundo lugar, el sector que mayor crecimiento productivo ha tenido en los últimos diez años en el sector cultural nacional, la Industria Cinematográfica. Luego de la promulgación de la ley 108-10 de fomento a la actividad cinematográfica, ese renglón ha crecido exponencialmente.
Es importante que la Señora Carmen Heredia de Guerrero asuma su rol de ejecutiva principal en la Dirección General de Cine, e instrumente una revisión y actualización al indicado instrumento legal de los cineastas dominicanos.
Como bien señalan los informes económicos presentados año tras año por las presentes y pasadas autoridades de esa dependencia del Ministerio de Cultura, el sector cine es el de mayor crecimiento económico del renglón.
Dada esa realidad, confirmada por la Dirección General de Impuestos Internos, que sólo contemos con una cinemateca en la ciudad capital, cuando con tantos recursos económicos aportados por la industria anualmente, deberíamos tener, después de diez años de implementada la ley, treinta y dos (32) salas estatales de exhibiciones cinematográficas . O sea, una cinemateca por cada provincia del país.
Algo inconcebible en el sector cinematográfico es que el ente rector de la industria no posee en su estructura funcional, tres departamentos esenciales: 1-Departamento Creativo, para evaluar previamente los proyectos que se sometan para tener acceso a los fondos económicos que facilita la ley. 2- Departamento de Distribución y Exhibición del producto cinematográfico producido con los recursos de la ley, y en tercer lugar, la creación del Departamento de Mercadeo, Publicidad y Promoción del Cine Dominicano.
A esas sencillas inquietudes se suman la permisibilidad de que un mismo productor o casa productora pueda tener acceso tres y hasta cuatro veces al año, a los recursos que provee la ley 108-10, afectando sensiblemente cineastas jóvenes, y otros de menor acceso a las posibles fuentes de financiamiento.
Considero que la nueva y primera Ministra de cultura del país, Señora Carmen Heredia de Guerrero tiene un trabajo importante que hacer dentro del dinámico sector cinematográfico nacional, empezando con que más del noventa (90%) por ciento de la población dominicana no ha visto, y no va a ver por muchos años, el cine que financia con el pago religioso de sus impuestos. Ese hecho penoso se debe a que los recursos económicos aportados por la ley, no se han destinado a crear las salas del circuito estatal de exhibiciones cinematográficas en todo el país.
Como dijimos en nuestra introducción, ambos funcionarios del Estado, la señora Ministra y el Presidente de la República hacian historia el pasado 16 de agosto. Ahora ambos pueden hacer historia también revisando y actualizando la ley 108-10, de Fomento a la producción cinematográfica nacional.
