El ambiente desatado por el covid-19 ha obligado a la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, a redirigir su agenda de trabajo en sus primeros 100 días, luchando para que los servicios que prestan no se afecten, realizando operativos de desinfección y limpieza, pero también teniendo como gran reto la educación ciudadana con los desechos sólidos.
“La realidad nos ha dilatado el programa “Santo Domingo Soy Yo”, pero ahora mismo preservar la salud de los capitaleños es nuestra prioridad”, dijo Mejía, quien, aunque reconoce falta mucho por educar, muestra su optimismo de que a través de una campaña intensa logrará concienciar a las personas sobre el rol protagónico que juegan en la generación de residuos y su manejo adecuado.
Una de las peticiones que desde la alcaldía se hace a la población es que respete el sacar los desechos en el horario de 6:00 a 9:00 de la mañana. Sin embargo, Mejía aspira mantener e intensificar la recogida nocturna, para ser más agresivos en la recolección y compensar, sin la dificultad que se presenta con el tránsito en el día.
“Si queremos una ciudad limpia debemos colaborar con ella”, es el lema que repite Mejía mientras destaca que el pago de la basura, la colocación en los horarios reglamentarios y tirar desperdicios en la calle son los ejes principales para lograr que los 70 barrios que integran el Distrito Nacional no sean focos de contaminación por la dejadez social.
Explicó que el cabildo está elaborando una campaña que muestre a los munícipes cual es el régimen de consecuencias de incumplir con la ley medioambiental.
Aceras. Otras medidas que se van a intensificar desde el ADN es la recuperación de las aceras y los espacios públicos que impiden al ciudadano de a pie andar seguro y con libertad.
Advirtió que hay un plan de ordenamiento diseñado, donde aquellas construcciones que se compruebe cometieron excesos, serán sancionadas económicamente y con la posibilidad de no permitirle la titulación de las mismas.
Presupuesto. Mejía indicó que por la paralización del sector construcción han suspendido proyectos de infraestructura y solo están atendiendo las obras que podían continuar, como las del Cementerio Cristo Redentor, el mantenimiento del Mercado de Villa Consuelo, la reestructuración del sistema eléctrico en varias plazas y el diseño de oficinas en la sede del cabildo, entre otros. Todo es parte del presupuesto participativo.
Por : Troi Orlando Espejo