Mucha música, tomadera de alcohol, cientos de vehículos y personas en las calles, así como nulo distanciamiento social, fue el escenario que se vivió la noche del domingo, la primera del final del toque de queda que durante más de tres meses rigió en el país por disposición del Gobierno en procura de evitar el contagio del COVID-19.
El toque de queda comenzó el 20 de marzo y concluyó este domingo 28 de junio, lo que implicó 100 días del mismo. Durante su implementación 92,152 personas fueron apresadas y luego dejadas libre al pagar una multa o realizar labores de limpieza en las calles.
En un recorrido que realizó Diario Libre por vías como la George Washington (Malecón), Máximo Gómez, John F. Kennedy y la Avenida España, al igual que sectores populares como Los Ríos y Villa Juana, el ambiente que imperaba era de fiesta, algarabía, muchas personas en las calles ingiriendo alcohol, paseando, bailando y algunas sin mascarillas.
En Los Ríos la chercha era el común denominador y hasta algunas personas fueron detenidas por violar el distanciamiento social y andar sin mascarillas. En el sector, las personas salieron a parques y calles y tomaban alcohol. La mayoría de los comercios no estaban operando y algunos que estaban abiertos fueron cerrados por las autoridades.
En Villa Juana las calles la presencia de personas era notoria, sobre todo en grupos en una que otra esquina con vasos de bebidas alcohólicas en las manos y bailando también. Algunos vociferaban “aquí no hay coronavirus” y otros “el cambio va” cuando pasó una disco light del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Todos los negocios estaban cerrados.
En el Malecón el escenario fue prácticamente el mismo: hileras de carros a todo lo largo de la populosa avenida. También grupos de personas compartiendo bebidas sin distanciamiento físico y algunos de los tantos vehículos en el lugar tenían un “musicón”. La gente se notaba feliz y se reía y saludaba al equipo de Diario Libre que los filmaba, otros se mostraban molesto con la acción y pedían no ser grabados.
En la avenida del Puerto la había un hervidero de gente, que bailaba a ritmo de una música a todo volumen. El alcohol también fue protagonista de la “fiesta improvisada” y, al igual que en los otros lugares, n o había distanciamiento social.
Otro lugar concurrido por decenas de personas es el llamado “Linconazo”, ubicado en la avenida Abraham Lincoln esquina Rafael Augusto Sánchez, en el exclusivo sector Piantini.
Al parecer, a los presentes no les importa o no creen en la existencia del COVID-19, pues todas las disposiciones para evitar su contagio fueron obviadas por las personas que salieron a las calles “a celebrar el fin del toque de queda”.
por : Sandra Guzman