Washington, DC – 29 de abril de 2020 El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la solicitud de la República Dominicana de asistencia financiera de emergencia bajo el Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) equivalente a DEG 477.4 millones (aproximadamente US$ 650 millones, o el 100 por ciento de la cuota) para satisfacer las urgentes necesidades de la balanza de pagos derivadas del brote de la pandemia de COVID-19.
La pandemia ha debilitado significativamente las perspectivas macroeconómicas del país para 2020 y ha creado necesidades de financiamiento que requieren apoyo adicional. El IFR proporciona recursos oportunos a las autoridades que tienen la intención de utilizar para gastos esenciales de salud relacionados con la COVID-19 y apoyar a la población vulnerable. Las autoridades también buscan la asistencia de otras instituciones multilaterales.
Para absorber el shock macroeconómico, las autoridades dominicanas están implementando adecuadamente un paquete de medidas fiscales, macroprudenciales y de supervisión junto con la flexibilización monetaria para mantener la actividad económica durante la crisis. El gobierno de la República Dominicana aumentó el gasto en atención médica para enfrentar la pandemia y creó un programa de asistencia social titulado “Quédate en casa” para impulsar las transferencias monetarias a los pobres.
Una vez concluida la discusión del Directorio Ejecutivo, el Sr. Tao Zhang, Subdirector Gerente y Presidente en Funciones, hizo la siguiente declaración:
“La gravedad del shock global de la COVID-19 ha perturbado la economía de la República Dominicana y ha creado urgentes necesidades de balanza de pagos y financiamiento fiscal. Las autoridades implementaron rápidamente medidas para contener y mitigar la propagación de la pandemia. Con incertidumbres en torno a la duración y la propagación de la pandemia, las consecuencias económicas podrían intensificarse aún más si las medidas de contención necesitan ser extendidas.
“Las políticas macroeconómicas y financieras han sido acomodaticias en respuesta a la pandemia. Las medidas fiscales temporales para acomodar el mayor gasto público en salud y las transferencias dirigidas a los más vulnerables son apropiadas. Una vez que la pandemia retroceda, será importante volver a una consolidación fiscal gradual, incluido el establecimiento de un marco fiscal a mediano plazo, para garantizar que la relación deuda pública/PIB se mantenga sostenible y en una senda descendente.
“Las políticas monetarias y macroprudenciales se han ajustado adecuadamente, incluyendo la reducción del encaje legal y la provisión de liquidez adicional al sistema bancario. A medida que las circunstancias evolucionen, las respuestas de política necesitarán ser recalibradas continuamente. Sería necesaria una mayor flexibilidad cambiaria como amortiguador y para preservar las reservas internacionales.
“La asistencia de emergencia del FMI en virtud del Instrumento de Financiamiento Rápido ayudará a proporcionar los recursos necesarios para abordar las urgentes necesidades de la balanza de pagos y respaldar los gastos esenciales de salud relacionados con COVID-19. El apoyo de otras instituciones financieras internacionales y de desarrollo sería crucial para cerrar las brechas financieras restantes, aliviar la carga del ajuste y preservar el dinámico crecimiento económico de la República Dominicana «.