Desde tempranas horas de este Viernes Santo las autoridades de la Penitenciaria Nacional de La Victoria están permitiendo que los familiares de los reclusos puedan entregarles alimentos crudos para que cocinen dentro del penal.
Los familiares de los reclusos contaron a Listín Diario que tenían alrededor de 12 días sin poder entrar al penal a ver o entregar alimentos a sus familiares, quienes les decían que se “estaban muriendo de hambre”.
Se recuerda que una de las razones del motín que se efectuó el jueves en la cárcel fue por la falta de alimentos, debido a que para evitar el contagio de COVID-19 dentro del penal, se cerraron los colmados y se prohibió la entrada de alimentos.
Isabel Pérez, quien este viernes pudo entregarle comida a sus dos hijos presos, contó que lo pudo hacer después de 12 días sin poder entrar.
“Ellos me llamaban desesperados diciéndome que tenían mucha hambre. Yo venía, pero las autoridades de la cárcel no me dejaban entrar”, dijo.
Manifestó que el jueves vivió mucha angustia por el motín, pero se tranquilizó cuando sus hijos la llamaron y le dijeron que estaban bien y que no se involucraron en la trifulca.
Mientras que José Payano manifestó su angustia porque su hijo tiene una infección en su parte íntima y no le permiten entrar los medicamentos.
“Yo me siento mal, porque mi hijo me llama llorando del dolor y no le dan los medicamentos ni me dejan entrarle las medicinas que le compré”, contó.
POR . Santiago Benjamín de la Cruz