AFP
La Santa Sede anunció este viernes que las medidas de confinamiento decididas para evitar la propagación del coronavirus en el Vaticano han sido prorrogadas hasta el 13 de abril, al igual que Italia.
En un breve comunicado, la oficina de prensa del Vaticano confirma la medida «en coordinación con las medidas adoptadas por las autoridades italianas el 1 de abril 2020».
La víspera, el Vaticano confirmó el séptimo caso de coronavirus, la mayoría funcionarios que trabajan en las entidades y ministerios de la Santa Sede.
Para frenar la propagación en el Vaticano, donde residen unas 500 personas, se han adoptado las mismas medidas que en Italia y fomentado el teletrabajo y turnos para salvaguardar la salud del personal.
Por su parte, el papa lleva cerca de un mes rodeado de un «cordón sanitario anticontagio», que lo sigue en todos sus desplazamientos.
Francisco dejó de comer en la sala común de la residencia Casa Santa Marta, donde vive en el Vaticano, y lo hace en su apartamento, y las personas que están en contacto con él disponen de productos desinfectantes.
Francisco concelebrará con sólo dos prelados los ritos de la primera Semana Santa (del 5 al 12 de abril) sin fieles de la historia moderna, según adelantaron este viernes fuentes de prensa italianas.
El cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la basílica de San Pedro y el arzobispo Vittorio Lanzani, delegado de la fábrica de San Pedro, concelebrarán con Francisco y serán las únicas personas que podrán acompañar al papa en todas las ceremonias, según adelanta el vaticanista Francesco Grana en Twitter.
El papa tuvo que adaptarse a la situación y ahora se dirige a los fieles por vídeo: celebra misa a diario desde la pequeña capilla de la residencia de Santa Marta o habla desde su biblioteca privada en el Palacio Apostólico, donde recibe a contadas personas y manteniéndose siempre la distancia.
El Vaticano precisó que todos los ritos de la Semana Santa se llevarán a cabo en la basílica de San Pedro, en el altar, con la excepción del Vía Crucis del Viernes Santo, que tendrá lugar en la explanada de la basílica.
La misa de Crisma no se celebrará el 9 de abril y se pospondrá para una fecha posterior.
Uno de los momentos más importantes de la tradición católica, que conmemora la muerte de Jesús en la cruz, se llevará a cabo por primera vez sin la presencia de los fieles y sin el tradicional lavado de pies.