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lunes, diciembre 23, 2024

Covid-19: amenaza grave para personas mayores en Cuba

De lectura obligatoria

Brenda Guerrero
Brenda Guerrero
Periodista

Mujeres y hombres adultos mayores salen cada día a las calles de Cuba para comprar medicinas y alimentos, en este segundo país más envejecido de América Latina y que desde el día 11 de marzo de 2020 registra casos de coronavirus, informa Ivet González desde La Habana.

«Están diciendo que las personas mayores se queden en casa pero la comida y todo lo venden en horario laboral… los viejos están cubriendo esos problemas de la familia y están expuestos», dijo a IPS la jubilada María Mercedes Álvarez, de 64 años, quien también sale pero en su caso porque vive sola en el barrio habanero de Nuevo Vedado.

Esta jubilada espera que las medidas anunciadas el lunes 23 de marzo de 2020 por las autoridades para abastecer los comercios de barrio e incluir algunos alimentos en la cartilla de racionamiento que cubre hasta ahora un tercio del mes, entre otras, faciliten que ella y otros mayores se recluyan en casa para evitar la covid-19.

El gobierno cubano, presionado por las voces ciudadanas que se hacen sentir en las redes sociales, endureció este lunes varias de las medidas de su Plan para la Prevención y Control del covid-19 como el cierre de escuelas, cese de transporte interprovincial, aumento del control policial y atención especial al grupo de la tercera edad.

El primer ministro cubano, Manuel Marrero, pidió concretamente a las personas mayores a permanecer en sus hogares, en una nación con 2,2 millones de habitantes que superan los sesenta años, en una comparecencia especial junto a otros ministros en la emisión del programa televisivo Mesa Redonda Informativa.

La pandemia tuvo los primeros casos confirmados en Cuba el 11 de marzo, en un país que cuenta con fortalezas para enfrentarlo como un sistema sanitario público de amplio alcance pero también con vulnerabilidades como la fuerte recaída económica y con 20,4 por ciento de adultos mayores entre sus 11,2 millones de habitantes.

De hecho, las masivas filas para comprar alimentos, sobre todo por la falta de carne de pollo, fueron reconocidas por las autoridades junto al transporte público como la principal causa de aglomeraciones, que pueden disparar los casos cuando las autoridades sanitarias reportan, hasta este martes 24 de marzo de 2020, 48 positivos y 1229 hospitalizadas bajo vigilancia.

Varios adultos mayores de diferentes provincias consultados por IPS indican que son fuente de aglomeraciones otras actividades usuales en su vida cotidiana  como los días de pago de las pensiones mensuales en los bancos y cada semana cuando llegan medicamentos a las desabastecidas farmacias en los barrios.

Una situación mucho más vulnerable la presentan los más de doscientos mil adultos mayores que viven solos y enfrentan limitaciones para aislarse de forma voluntaria o reducir la exposición pública.

Las autoridades informaron de que más de seis mil trabajadores sociales asistirán a este segmento vulnerable, en especial a los que viven solos, como parte de las medidas del plan gubernamental, que hasta el momento implementa el control sanitario, aseguramiento hospitalario, distanciamiento y aislamiento social voluntario, entre otros.

Además, redes de personas solidarias, proyectos comunitarios como AfroAtenas, en la ciudad de Matanzas, en el oeste de Cuba e iglesias y oenegés religiosas prestan ayuda con algunas entregas de alimentos y productos de aseo, hacen las compras para ancianos que viven solos y confeccionan y entregan mascarillas de tela.

Cuba dispone de varios datos que revelan los factores de riesgos sociales, económicos y de salud de este segmento, gracias a la Encuesta Nacional de Envejecimiento de la Población 2017 publicada en enero último por la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información.

Actualmente, veintiuno por ciento de todas las personas de sesenta años y más en Cuba integran la fuerza de trabajo, pues la edad de la jubilación para las mujeres es de sesenta años y de los hombres de 65, y sin distinción de género pueden recontratarse luego de ese límite, según el estudio.

Además, 65,8 por ciento de las personas de sesenta años y más son los máximos responsables de sus hogares.

Y 38,9 por ciento de los adultos mayores viven en hogares extensos, lo que llama a extremar la prevención por parte de jóvenes y niños de sus familias que pueden transmitirles el virus sin sentir síntomas de la covid-19, aunque el informe sostiene que la mayoría «no presentan situaciones de hacinamiento».

En América Latina, países como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Perú y Venezuela, ya decretaron la cuarentena nacional, mientras aplican medidas graduales contra la pandemia Brasil, Costa Rica, Cuba, Haití, Honduras y México.

Fuente: Periodistas en Español

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