AP
El juicio político al presidente Donald Trump pasó ayer miércoles a la fase de preguntas de los senadores, una importante encrucijada en momentos en que los republicanos admiten carecer de los votos necesarios para obstruir los pedidos de que permitan declaraciones de testigos.
Pese a los reclamos de los abogados del mandatario de que el proceso “cese inmediatamente”, el líder de los republicanos en la cámara alta, Mitch McConnell, admitió en privado a legisladores que no tiene los votos para rechazar los pedidos de los demócratas de que se permita la comparecencia de testigos, luego de las revelaciones hechas en un libro por parte del exasesor en seguridad nacional John Bolton.
Los senadores republicanos están tratando de ver cómo se zafan de la tormenta política causada por el nuevo libro de Bolton, en el que describe acciones que están en el centro del proceso contra el mandatario.
Posible “canje”
Las ideas están siendo descartadas casi inmediatamente después de que surgen, como por ejemplo un “canje” de testigos con los demócratas, o la emisión de un citatorio para obtener el manuscrito de Bolton.
La cúpula republicana ha advertido a los senadores que una comparecencia de Bolton complicaría el juicio y generaría dilatadas batallas legales que frustrarían sus intentos de absolver rápidamente al mandatario.
Una importante senadora republicana, Susan Collins, dio impulso a la idea de un canje de testigos el miércoles al declarar que “es importante que haya igualdad, que cada lado pueda llamar a uno o dos testigos”, pero los demócratas desestimaron esa posibilidad, especialmente debido a que los republicanos desean llamar como testigo al hijo de Joe Biden, Hunter.
Información “clasificada”
Desacuerdo. Trump mostró ayer su desacuerdo vía Twitter, quejándose de que Bolton tras dejar el cargo “INMEDIATAMENTE va y escribe un libro necio.