AFP
La presión siguió aumentando este sábado sobre el Comité Olímpico Internacional (COI) para que aplace los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, previstos entre julio y agosto, debido a la pandemia de coronavirus, tras las peticiones de varias federaciones con mucho poder.
Desde hace varios días, la instancia olímpica, con sede en Lausana, intenta justificar su posición de aguardar acontecimientos, mientras que el balance de fallecidos por coronavirus se multiplica, con las medidas de confinamiento de la población tomándose en muchos países, afectando ahora a 900 millones de personas.
«No vivimos en una burbuja o en otro planeta. Claro que examinamos otros escenarios, pero no sería responsable hoy y sería prematuro partir de especulaciones y tomar una decisión», explicó el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, en una entrevista el jueves con el New York Times, cuando le preguntaron por aplazar la cita que en teoría tendrá lugar del 24 de julio al 9 de agosto.
Desde Estados Unidos la respuesta no ha tardado en aparecer, desafiando la posición oficial de apoyo al COI del Comité Olímpico Estadounidense (USOPC). En primer lugar alzó la voz la Federación de Natación, USA Swimming, con el poder que le dan sus 33 medallas, 16 de oro, en los Juegos de Rio 2016. Exigió el aplazamiento porque sus nadadores no pueden entrenar normalmente, a riesgo de poder resultar infectados o propagar ellos la enfermedad. Este argumento lo ha esgrimido un gran número de deportistas de alto nivel en el mundo, como la campeona olímpica de salto con pértiga, la griega Katerina Stefanidi, que acusa al COI «de poner en riesgo» su salud. Durante toda esta semana muchos deportistas han difundido, a veces con humor, las imágenes de sus entrenamientos, confinados en sus casas, muchas veces con material rudimentario. Estrés y preocupación «Nuestros nadadores siempre están preparados para cualquier carrera, no importa cuándo ni dónde. Pero ir hacia adelante en medio de la crisis sanitaria mundial no es la respuesta. Lo justo es dar la prioridad a la salud y a la seguridad de cada uno», escribió el director general de USA Swimming, Tim Hinchey, en un correo al USOPC. Este sábado le siguió el presidente de la Federación Estadounidense de Atletismo, Max Siegel, pidiendo al USOPC
reaccionar ante el COI. «Lo correcto y responsable a hacer es priorizar la salud y seguridad de todos y reconocer de forma apropiada los efectos que tiene esta difícil situación y que seguirá teniendo sobre nuestros atletas y sus preparativos para los Juegos Olímpicos», señaló Siegel, reconociendo que «no hay una situación perfecta». A continuación fue la Federación Española de Atletismo la que pidió el aplazamiento. «No se dan la circunstancias que garanticen una preparación adecuada, y poder competir en igualdad de condiciones con el resto de los atletas del mundo», argumentó sobre el confinamiento desde hace una semana de la población española. «Intercambiamos y escuchamos a las federaciones miembro y a nuestros atletas durante este periodo inédito para todos. Tenemos una nueva reunión a comienzos de semana sobre todos estos atletas que no pueden entrenar en varios países que han tomado medidas para frenar el coronavirus», señaló el presidente de World Athletics, la federación internacional de atletismo, Sebastian Coe, en un comunicado enviado a la AFP. Decisión rápida «No creo que debamos tener los Juegos Olímpicos sin importar el precio, sobre todo al precio de la salud de los atletas. Una decisión sobre los Juegos Olímpicos deberá rápidamente tomarse en los días o semanas que vienen», añadió. La instancia olímpica consultó este sábado a los diferentes comités nacionales olímpicos (CNO) sobre el impacto de la crisis sanitaria en la preparación de sus deportistas. En un formulario titulado «COVID-19 y la preparación de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020», al que la AFP ha tenido acceso, el COI pregunta a los comités nacionales de sus diferentes países miembros: «¿Cómo la reglamentación de urgencia ligada con el COVID-19 limita el entrenamiento y la preparación de sus atletas?».
El COI también está bajo presión por el aplazamiento de otras competiciones prestigiosas, como la Eurocopa 2020 o la Copa América 2020, que se disputarán en 2021, o Roland Garros, que ha pasado de mayo a septiembre. Con un presupuesto de más de 11.000 millones de euros invertidos para las infraestructuras y la organización, 11.000 deportistas del mundo entero y millones de espectadores son esperados en Japón, por lo que el desafío logístico de un aplazamiento sería sin precedentes. Pero para un número cada vez mayor de actores implicados, hay que decidir rápido. «Creemos que, en la situación actual, vamos hacia un aplazamiento», señaló el presidente de la Federación Francesa de Atletismo, André Giraud. «Hace falta ahora tomar la decisión, para que los atletas salgan de la situación de estrés y preocupación en la que están», añadió. Una posición resumida por el mensaje en Twitter por el estadounidense Ashton Eaton, doble campeón olímpico de decatlón: «Tokio-2021. No hay otra solución».